Cuando la cabeza recibe un golpe de una fuerza externa, puede haber un daño en el cerebro y en el cráneo que lo protege. Esta fuerza externa puede ser el golpe en la cabeza producto de un accidente automovilístico o de una caída. La respuesta inicial al trauma puede variar. La persona lesionada puede sentirse ligeramente aturdida o puede quedar inconsciente por varios minutos, horas, o inclusive días. La intensidad de la fuerza externa es importante para determinar la seriedad de la lesión en el cerebro y cráneo.
La dirección de la
fuerza externa también es importante para determinar la extensión de la lesión
cerebral. Un golpe en la parte frontal, posterior o lateral de la cabeza empuja
al cerebro bruscamente hacia adelante y luego nuevamente hacia atrás contra la
parte interna del cráneo. Esto puede provocar un daño cerebral localizado en el
área del impacto inicial, en el lado opuesto del cráneo, o en ambos lugares.
Puede haber sangrado en ambos sitios.
Este tipo de lesión se llama lesión golpe-contragolpe.
Una lesión cerebral localizada puede ser
producto de una fractura en el cráneo o de la penetración a la cabeza de un
objeto que daña a su paso el tejido cerebral.
Cuando la cabeza se golpea en ángulo y rota,
las células nerviosas en varias áreas del cerebro pueden estirarse en forma
simultánea, generando un daño mucho más extenso. Esto es conocido como lesión
axonal difusa, y puede ocurrir sin fractura y/o penetración del cráneo.
La combinación de un daño difuso y uno
localizado puede ser el resultado de una lesión cerebral traumática. No todas las lesiones cerebrales son resultado
de fuerzas externas. En ocasiones, un cambio en el flujo sanguíneo dentro del
cerebro puede causar daño cerebral. También un vaso sanguíneo bloqueado o reventado,
o la falta de oxígeno en el cerebro pueden dañar las células cerebrales. La
posterior inflamación del tejido cerebral puede dar como resultado un daño
mayor. Más ejemplos de otras causas para la lesión cerebral son los accidentes
cerebro-vasculares, aneurismas y tumores.
- Lesión en el Lóbulo frontal: Afecta la función ejecutiva (secuelas
a nivel del pensamiento, razocinio, inteligencia)
- Lesiones Lóbulo Parietal: Afecta la función espacial
- Lesiones Lóbulo temporal: Afecta el lenguaje expresivo
- Lesiones Lóbulo Occipital: Afecta el lenguaje comprensivo
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